martes, 5 de marzo de 2013

Cada vez que ella se va























Cada vez que ella se va,
mi casa queda vacía:
las tazas del desayuno,
un poco de pizza fría
(ropa tirada en el piso,
un par de toallas mojadas,
todos los platos lavados,
un desparramo de almohadas).


Cada vez que ella se va,
mi corazón queda lleno,
lleno de todo lo lindo,
lleno de todo lo bueno:
abrazos en el balcón,
risas junto a la ventana
(besos al caer la noche,
caricias por la mañana).


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